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Escrevo em Espanhol porque agora mesmo é a única maneira que tenho de expressar o que sinto. 


      "En la escuela taurina y en casa me enseñaron muchas cosas pero lo que nunca me enseñaron fue a cómo reaccionar cuando un toro mata a un torero” así empezaba el texto que había escrito para maestro Victor Barrio. Uno de los que fue mi torero, que hace 5 años sus faenas me ayudaron, uno de esos que me dio la vida sin saber.

       Pero hoy va por Fandiño, ese torero que no era mío, no, no voy a mentir, poco seguía su carrera porque cada uno tiene sus gustos, pero lo que siempre le reconocí fue su valor, su entrega al toro. Y no, no hablamos solo de esa vez que entro a matar en Las ventas sin muleta, que va, su valor era mucho más que eso. Hablamos  de ese torero que gritaba cada vez que se vestía de luces, libertad, libertad del sistema taurino, ese torero independiente que hizo temblar el escalafón, ese torero que nunca se ha vendido… ese león vestido de canela y oro. Aunque no sea mi torero el dolor que siento ahora mismo es tremendo. 32 años después (con sus diferencias, pero con los mismos 11 meses de diferencia) se vuelve a repetir el destino, se vuelve a repetir el dolor, el llanto de los taurinos. Esa cornada que duele tanto en nuestro cuerpo, esa sangre tan caliente, eses recuerdos tan vivos. Ese dolor para todos lo que vivimos esto, para los que lo seguían y para los que no.

       “No te vemos pero estas aquí, porque alguien tan grande no se va así, jamás dejaremos de recordarte” Así terminaba mi texto a Victor. Ahora comparten las mismas líneas los dos, ahora comparten el dolor de mi corazón, ahora comparten la puerta grande más grande que existe. Motta, El Pana, Barrio ,Fandiño, toreros eternos, Renatto, Rodolfo, Victor, Ivan hombres eternos, vidas eternas, valores eternos.


Y por mucho que ahora podemos poner en duda, si vale la pena, vale la pena ser torero, todo el sacrificio, si vale la pena...

Gracias león! 



Foto Arjona